La endodoncia, también conocida como tratamiento de conducto, es el proceso de eliminar el nervio del diente, y la posterior limpieza y sellado de los conductos para evitar un nuevo proceso infeccioso en el futuro.
Es un tratamiento que se lleva a cabo bajo los efectos de un anestésico local en una o dos sesiones, en función de la complejidad del caso.
Sin embargo, debes tener en cuenta que la realización supone una inflamación de los tejidos dentarios. Por ello, es habitual que exista una ligera sensación de dolor los días siguientes a la cita, sobre todo a la hora de masticar.
Una vez realizada la endodoncia, el especialista colocará una obturación temporal que será removida al colocar la definitiva. Durante los primeros días debes poner especial atención a no masticar por ese lado de la boca y evitar alimentos difíciles de masticar o pegajosos.
Será duradera siempre y cuando el paciente mantenga buenos hábitos de higiene dental, siga las instrucciones del dentista luego de la intervención y evite en la medida de lo posible cualquier tipo de golpe o traumatismo en el diente reparado.